
Una empresa metalúrgica con 30 años en el mercado chileno enfrentaba serias dificultades financieras debido a una estructura de deuda inadecuada y flujo de caja negativo. Nuestro equipo desarrolló un plan integral que incluyó reestructuración de pasivos, optimización tributaria y renegociación con proveedores.
En solo 18 meses, logramos reducir su carga financiera en un 35%, mejorar su calificación crediticia y establecer una estructura de capital sostenible. La empresa no solo evitó el cierre sino que actualmente está en fase de expansión, con un incremento del 47% en su rentabilidad anual.
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